viernes, 19 de junio de 2015

20 momentos de la saga Jurassic Park que nos robaron el corazón y aún no nos lo han devuelto

Jurassic World lo está petando, y a la redacción de Y con razón no le extraña en absoluto. La peli dirigida por Colin Trevorwood (quien, a pesar de todo, sigue sin merecer que nos interesemos por él) ha obtenido tal éxito comercial que los recordómetros están que no se lo creen y en el horizonte se vislumbra una lluvia de secuelas de aquí te espero. Cosa que también, progres como somos, nos parece de perlas, sobre todo si siguen con esa estela de Serie B autoparódica que hacía del pelotazo veraniego que nos ocupa toda una delicia vintage. Si han sacado cerca de 65 millones de entregas de En busca del valle encantado, ¿por qué no hacer lo mismo con la franquicia Jurassic Park? El público quiere dinosaurios, y no sólo eso, sino que siempre lo ha querido, y Hollywood parece no haberse dado cuenta hasta ahora.
   Más vale tarde que nunca, ¿no? Y mientras la fiebre jurásica dura, y dura, y dura, aquí os ofrecemos desinteresadamente veinte momentos que han hecho de esta tetralogía un extraordinario paradigma del cine de entretenimiento. Como cabría esperar, la mayoría son de la primera entrega y, no tanto como cabría esperar, también hay momentos pertenecientes a Jurassic Park 3.

1- El chino. Una de las sorpresas que traía Jurassic World era el retorno de uno de los miembros del reparto original, que resultaba ser... el nota este. El que en la primera se limitaba a insistir muy fuertemente en que todos los dinosaurios de Jurassic Park eran hembras (con erótico resultado). Sí, ése, mirad hacia abajo. El chino de la primera, maldición, que en la nueva tiene más cancha, os lo aseguramos, aunque sólo sea para confirmar que es un muy mal actor. En fin, lo que importa es que semejante infraestructura cuente en su personal con cierta diversidad étnica, ¿no? Empezamos floji.
"¡Al turróóóóóón!"

2- Vince Vaughn. Muchos quizá no recuerden que el ahora famosísimo actor que sale en la nueva (e INTENSA) temporada de True Detective aparecía en El Mundo Perdido como un tipo muy viril y muy alto con pantalones cortos que acudía al rescate de Julianne Moore (que sí, también salía, la década de los noventa es un pañuelo). No recuerdo si al final se lo comían o qué, pero sí que llegado cierto momento dramático empezaba a fanfarronear con que John Hammond le había enviado a Él por si las cosas se torcían, y cargaba una pipa en plan amedrentador que luego no usaría NUNCA. Ay, Vince Vaughn y las pistolitas...
La cámara le adora, y lo sabe

3- El niño de los velocirraptores. Todos tenemos visualizada aquella escena mítica en la que Alan Grant intimidaba a un zagal así como con problemas metabólicos empleando una garra de velocirraptor, exhortándole a que mostrara más respeto por las criaturas de Dios. Lo que no tenemos tan visualizado es que dicho chaval creció, se hizo un lío con las lentillas, y se convirtió en ESTO:
Este colega es capaz de aguantarle la mirada a un Dilophosaurus

4- "¡Se camuflaaaaaa!" Hay una escena muy épica de Jurassic World en la que el acongojado personal del parque descubre cierta habilidad del Indominus Rex. En sí no es gran cosa (de hecho el personal del parque no hace otra cosa que descubrir nuevos poderes del Indominus Rex, que le falta saber instalar el TDT al bichejo), pero sí es un momento muy ilustrativo del tan ingenuo como genuino sentido de la maravilla que abandera la cuarta película.
Éste es de los típicos que dicen "pues no sé por qué se llama Parque Jurásico si la mayoría de los dinosaurios que aparecen vivieron en el período Cretácico". Pues ahora se va a cagar. El tonto.

5- El tío del sombrero que no es Alan Grant diciéndole ojos negros tienes a un velocirraptor. Y muriendo en el empeño. Lógico. "Qué lista eres" como mantra de los pescadores nocturnos.

6- Nuevos coleguines: Jurassic Park III, además de dejarnos ver a Téa Leoni en bragas, como siempre habíamos querido (siempre lo habíamos querido, ¿no?, ¿hola?), nos presentó un sinnúmero de nuevos dinosaurios agüesomes. Como éste de aquí. Ni la menor idea de su nombre, pero vaya unos moñigos que soltaba el hijoputa:
"Qué fuerte lo de Zapata, ¿no?"
7- Samuel L. Jackson: Insistiendo en la muy encomiable diversidad étnica del personal del parque (ver punto 1), la primera peli también contaba con el actor negro que no es Laurence Fishburne entre sus filas, aunque lo único que recuerde la gente de él sea el abrazo tan emotivo que le dio a Laura Dern:

8- La escena de la caravana de El Mundo Perdido: Vale, puede que la primera secuela no es que fuera una maravilla, pero estaba dirigida por Steven Spielberg, y eso es garantía de que, al menos, algún momento de la peli va a parecer estar planificado por Dios. Éste es ese momento:

9- El fabuloso (y fugaz) dúo cómico formado por Dennis Nedry y Dogson: Tres minutos de diálogo afiladísimo y exhuberante en su mala leche y fina ironía, que han quedado con toda justicia para la cultura popular; esto es, para los memes. Una lástima que el spin-off fuera cancelado: en ése seguro que a Dogson le hubieran permitido quedarse más tiempo con el sombrero.
"¡Éste de aquí! ¡Éste es el que de verdad merece ser el nuevo Indiana Jones!"

10- Alan Grant troleándonos: Vaya salto que pegamos todos por su culpa. Luego el karma se vengó de él haciéndole salir en El Hombre Bicentenario, así que todo en orden:

11- John Hammond: El filántropo interpretado por Richard Attenborough dejaría grandes momentos para la posteridad, como el reiterado "No he reparado en gastos", su monólogo sobre el circo de pulgas o sus cabreos con Ian Malcolm. Nosotros, sin embargo, nos quedamos con ese "¡GRAAAANT!", que a día de hoy sigue poniéndonos los pelos de punta.

12- EL JODIDO MOSASAURIO DE JURASSIC WORLD. Plataforma para un Parque Jurásico submarino. Plataforma urgente.

13- El prólogo de El Mundo Perdido: Porque sí, insistimos en que no todo era tan catastrófico en esta peli, y nos remitimos al gran arranque de la misma, cuando una inocente niña tenía sus más y sus menos con ciertas lagartijas juguetonas y su madre se dejaba los higadillos chillando... para en el plano siguiente ser sustituida por un rotundo bostezo de Ian Malcolm. Toda la seriedad del momento al garete, pero no importa porque aquí llegan lo que todos esperabais, LOS MEJORES MOMENTOS DE IAN MALCOLM:

14- Ian Malcolm levantándose de la silla en señal de que Mr. ADN ha captado su interés. Mr. ADN se merecería un artículo propio. Pero de momento seguimos con Ian Malcolm.

15- Ian Malcom compartiendo su opinión sobre los excrementos de los triceratops: "Menudo montón de mierda", concluía luego de una breve caminata asombrosamente sexy.

16- Ian Malcolm queriendo que lo pinten como una de sus chicas francesas. En serio, qué poderío. Qué presencia. Qué ganas de follarle duro y a lo loco, a lo teoría del caos. Ahora ya no hay estrellas como Jeff Gobblum. Ahora ni siquiera hay estrellas con apellidos tan guays como Jeff Gobblum. Apellido que no estoy seguro de si he escrito bien. Parece que no.

17- Chris Pratt tratando de molar tanto como Ian Malcolm. Y fracasando, claro. Muy buen intento eso sí.

18- La primera aparición del T-Rex. No os descubrimos nada si os decimos que el ataque del rey de la selva al coche con los niños dentro es la mejor escena de suspense del último cuarto de siglo, ¿no? Osea, es de cultura popular y tal. No nos estamos inventando nada. 
Aquí el amiguete reinventando el concepto de "fliparlo fino"

19- "Alan, Alan". Y vamos acabando a lo grande, con Jurassic Park III, y con la mejor escena de humor que ha dado la saga. Humor involuntario, que siempre es el mejor. Nos estamos refiriendo, como no podía ser de otro modo, a la pesadilla que tiene el doctor Grant en el avión. Ni a David Lynch se le hubiera ocurrido.

20- Este plano:

Para el último punto dudábamos entre incluir el clímax de Jurassic World, que es extremadamente alucinante, o lo que finalmente hemos escogido. Sin querer spoilear más de lo conveniente (y sin afán de interrumpiros en vuestra inexcusable carrera al cine más cercano en caso de que aún no la hayáis visto), aclarar que ambas escenas insistían sobre la misma idea, que es, simple y llanamente, que los dinosaurios son lo mejor del mundo mundial. Ya sea bañada en el halo naturista y conservador de la película de Chris Pratt, o con la pura y dura espectacularidad de Steven Spielberg, es una verdad indiscutible, y no queda más que gritarlo a los cuatro vientos y tachar los días en el calendario para la siguiente peli en la que aparezcan los amigos más fieles, hornys e interesantes que jamás hemos tenido, y jamás tendremos. 
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SÍ EL JODIDO MOSASAURIO SÍ DALE DURO AHÍ CÓMETE TU COMIDA DIGIÉRELA BIEN BUEN PROVECHO ID A VERLA HOSTIA

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